El Departamento de Salud del Condado Orange, en el estado de California, daba estos días un impulso importante a su campaña de vacunación contra el coronavirus. Las autoridades sanitarias informaban de la disponibilidad de nuevas dosis y animaba a los residentes de más de 65 años pedir cita, los días 18,19 y 20 de febrero, para recibir el pinchazo en el Centro de Convenciones, habilitado para tal fin.
Hasta aquí todo normal, pero la sorpresa no tardaría en llegar. Dos jóvenes, en la veintena, se disfrazaron como "abuelas", con gorros, guantes, junto con el encubrimiento que proporciona la mascarilla, con el fin de recibir la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19, en el Centro de Convenciones del Condado de Orange, así lo explicaron funcionarios del Deparamento de Salud, en la rueda de prensa habitual para informar sobre la evolución de la pandemia y recogida por la prensa local.
"No sé cómo escaparon por primera vez, pero vinieron con los guantes, los anteojos, todo, y probablemente estén en la veintena", declaró el director del Departamento de Salud de Florida en el Condado de Orange, Raúl Pino, que no pudo explicar como las jóvenes habían podido recibir la primera dosis. Las chicas presentaron una tarjeta de vacunación válida, según explicó.
Tras el incidente se ha reforzado la seguridad en el Centro de Convenciones, informó el director del Departamento de Salud. El número de personas que intentan falsificar sus identidades es probablemente "más alta de lo que esperamos". Evidentemente, llamaron la atención de los sanitarios que ponían las vacunas.
Las mujeres fueron denunciadas ante la Oficina del Sheriff del Condado Orange y fueron retenidas para comprobar sus carnés de identificación así como el de conducir. Los agentes dijeron que sus nombres reales estaban en las tarjetas de vacunación, pero que su fecha de nacimiento no coincidía. También se va a investigar si recibieron la primera dosis y cómo fue posible, ya que la campaña de vacunación se dirige a las personas de la tercera edad así como a los más vulnerables y con enfermedades crónicas.
"A partir de este hallazgo tenemos que ver si realmente las vacunamos nosotros, cuándo (fueron) vacunadas, qué sucedió, en qué fecha, a qué hora, para tratar de averiguar si hay agujeros, lagunas, en el proceso de vacunación que está permitiendo que la gente haga eso", dijo el doctor Pino.
El director del Departamento de Salud dijo que era consciente de la ansiedad que generaba entre la población saber cuando iban a poder recibir la vacuna, pero pidió paciencia con el proceso puesto en marcha "ya que los más vulnerables son los que están primeros" para ser inmunizados contra el Covid-19.
"Es un poco gracioso en cierto sentido, pero también es decepcionante porque están ocupando el lugar de una persona, con una mayor necesidad de protegerse de la enfermedad", dijo.
"Ha habido algunos otros casos. Todos son diferentes y creativos. Un individuo que tenía el mismo nombre de su padre, venía con una tarjeta pero con diferente fecha de cumpleaños. Pero, ya sabes, tenemos acceso a mucha información y podemos verificar rápidamente quién es quién, dónde nacieron, etc. ", dijo el doctor Pino.
En el Centro de Convenciones del Condado de Orange se administran alrededor de 2.500 inyecciones por día a las personas mayores de 65 años, así como a los trabajadores de la salud, según la prensa local.
Con información de ELMUNDO